Sicks de Alburquerque denuncian en foro de la Caravana por la Paz que han sido discriminados por motivos religiosos.

Deyssy Jael de la Luz García
Centro de Estudios Ecuménicos/Iglesias por la Paz

18 de agosto Alburquerque, Nuevo México.

Dentro de los lugares que la Caravana por la Paz está recorriendo, se encuentra Alburquerque, Nuevo México. Hoy, se ha celebrado una mesa de diálogo entre activistas y defensores de derechos humanos de México y los Estados Unidos para plantear soluciones conjuntas sobre la Guerra de las Drogas, el tráfico ilegal de las armas, el lavado de dinero, la migración y la cooperación bilateral. 

De entre los participantes, estuvieron representantes del gobierno local, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Familias Migrantes, periodistas y quienes se pronunciaron contra el tráfico de armas. Los panelistas de Alburquerque enfatizaron que este lugar tiene más muertes por sobredosis de heroína en los Estados Unidos; la mayoría de los adictos son jóvenes que no tuvieron oportunidades de estudio y empleo. Se pronunciaron en contra de la criminalización de los enervantes. De igual forma, mencionaron que aunque el gobierno ha logrado dar licencias de conducir a indocumentados, en su mayoría latinos y mexicanos, no ha sido suficiente para tratarlos dignamente. “La guerra contra las drogas ha fracasado”. 

Por el lado mexicano, el MPJD hizo un recuento histórico de su trayectoria y que gracias a que “visibilizó el rostro de las cifras de muertes y desapariciones del gobierno calderonista en México, hoy día el MPJD es un interlocutor moral fuerte para negociar y conformar una fuerza bilateral”.   Llegado su momento el párroco de la iglesia Holy  Family, lugar que ha acogido a los caravaneros, dijo que este espacio religioso ha servido para rehabilitar drogadictos a través del trabajo conjunto con Narcóticos Anónimos. Animó al líder de la Caravana Javier Sicilia y los familiares de muertos y desparecidos en México que han venido a los Estados Unidos a exponer sus casos, que sigan como portadores de paz.

Entre los asistentes, los sicks Sukhir Kalouria y Ram Singh en entrevista con los representantes de Iglesias por la Paz, señalaron que el 7 de agosto pasado, su comunidad fue agredida por un sujeto blanco neonazi. Él sacó un arma y mató en plena celebración religiosa a 5 personas. Expresaron que desde lo sucedido el 11 de septiembre de 2001, han sido fuertemente agredidos por la sociedad norteamericana, pues los han confundido como musulmanes y terroristas. Sukhir dijo que eso de debe a la ignorancia que hay sobre los grupos religiosos minoritarios. No obstante, a partir de la tragedia vivida, musulmanes e hindús expresaron su solidaridad y búsqueda de justicia. 

La Caravana por la Paz integrada por el poeta mexicano Javier Sicilia y más de 50 familiares de muertos y desaparecidos en México por la Guerra contra las drogas emprendida por el actual presidente Felipe Calderón, ha comenzado su recorrido por varias ciudades de los Estados Unidos para homologar con la sociedad civil norteamericana sobre el tema de la Guerra de las Drogas, el tráfico ilegal de las armas, el lavado de dinero, la migración y la cooperación bilateral.

La Caravana ha dado lugar a compartir testimonios de ambos lados de la frontera en las ciudades de Tijuana, México, San Diego y Los Ángeles en California; Phoenix y Tucson en Arizona. Ayer y hoy en Nuevo México.  La Caravana tiene pensado llegar hasta el 12 de septiembre a Waschintong D.C. para saber más sobre los lugares de recorrido, visitar la página oficial del MPJD,
http://movimientoporlapaz.mx/.

Iglesias por la Paz es un proyecto que surgió a partir de creyentes mexicanos de diversas tradiciones religiosas en septiembre de 2011 con un enfoque ecuménico. Los firmantes, han reconocido el silencio que las iglesias y religiones han guardado hasta el momento ante la violencia que vive México. Han sacado un Posicionamiento público para sumar esfuerzos bilaterales y acompañar con acciones civiles de resistencia las demandas de justicia de las victimas.