Por Ricardo Guillermo Gállego
Centro de Estudios Ecuménicos/Iglesias por la
Paz
El Movimiento “Iglesias
por la Paz” organizó junto con algunas agrupaciones eclesiales y de
inspiración creyente, la jornada 10 Días por la Paz y los Derechos Humanos, efectuada entre el 12 y el 21 de
septiembre de 2013. Esta iniciativa se realizó con el propósito de “dar
continuidad a los eventos que se llevaron a cabo el año anterior por las mismas
fechas y que constituyeron un esfuerzo de visibilización de las diferentes
problemáticas en Derechos Humanos y Paz que han hecho diversas organizaciones a
lo largo del pasado sexenio y el que inició a principios de diciembre del 2012”
(1).
El día 12 de septiembre se inauguró la jornada con una conferencia de prensa y la lectura de un
pronunciamiento en el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, donde se puso de relieve que “¡La Justicia y la Paz no Pueden Aplazarse Más!” En sus párrafos se expone
que “al celebrar los 10 Días por la
Paz y los Derechos Humanos en México y el mundo, iglesias, organizaciones y
personas de fe exigimos a los poderosos: ¡No más violencia! ¡La justicia y la paz
no aguantan más, no pueden aplazarse más!” (2)
Una carta abierta de denuncia hacia la violencia, la injusticia, la
avaricia y la corrupción, pero también de anuncio donde “confiamos en que la fe
y la esperanza vuelvan a poblar nuestra nación y para ello dedicamos nuestros
esfuerzos presentes y futuros, empezando con estos 10 Días por la Paz”,
proclamando “que no habrá paz sin justicia y respeto a los derechos humanos”
(3), que “no hay camino para la paz, sino que la paz es el camino”, como bien
dijo Gandhi.
La Conferencia de prensa en el acto
inaugural contó con la presencia y
cobertura de varios medios que reprodujeron titulares como los siguientes:
“Alianza de
Iglesias por la Paz rechaza reformas estructurales de Peña” (Milenio, 12 SEPTIEMBRE 2013 — EUGENIA JIMÉNEZ).
“Arrancan Iglesias jornada de diez días por la
paz y los DH”, (La Jornada, 12 de septiembre de 2013), destacando
este diario que el “propósito era evidenciar que la violencia se sigue
presentando en México y de la mano con ello el atropello a las garantías
individuales de diversos sectores”.
Milenio resaltaba que: “La alianza de Iglesias por la Paz
inició la campaña los ‘10 días de acción y oración por la paz y los derechos
humanos en México’ con un llamado a las autoridades, a la sociedad y a los
creyentes a romper el silencio y la apatía para construir la paz, porque es un
momento de emergencia nacional”.
La diversidad de actividades en esta
jornada de 10 días por la paz y los derechos humanos fueron desde conferencias,
mesas redondas, conversatorios, y presentaciones de libros, hasta actos en
plazas públicas. Sin poder abarcar en detalle todos y cada uno de los eventos,
mencionamos algunos de ellos.
Al siguiente día del arranque, el viernes 13 de septiembre, el colectivo Observatorio
Eclesial organizó un encuentro de análisis con el tema: "El
papel de las Iglesias en la actual emergencia nacional: retos para una paz
desde la justicia", con el objetivo, en primer lugar, de hacer un “mapeo”
de iglesias, comunidades de fe y personas que
trabajan acompañando procesos solidarios de iglesias liberadoras, de
denuncia de injusticias, de defensa de los derechos humanos, de migrantes, de
víctimas de la violencia y otros sectores vulnerables, y que por razón de esto han decidido incidir
públicamente y buscan herramientas, mecanismos y acciones donde los cristianos
alcen la voz y trabajen en conjunto con
otras tradiciones espirituales y organizaciones sociales para, con espíritu ecuménico, se desarrollen
metas comunes en buscar la paz como fruto de la justicia ante la emergencia
nacional, el empobrecimiento y la devastación generalizada en el país .
El lunes 16, a pesar de ser un día difícil para convocar a la gente por ser día inhábil,
hubo una gran respuesta para asistir al
conversatorio del teólogo y antropólogo
catalán Lluís Duch donde platicó sobre “La ambigüedad, la contingencia, la
capacidad de empalabramiento y las estructuras de acogida, como condiciones de lo humano”,
conversando de la posibilidad de la educación como estructura de acogida para
la reflexión y pacificación. En relación a las estructuras de acogida, mencionó a la familia en primer
lugar y después a las escuelas, las iglesias y las comunidades locales como
aquellos lugares donde se transmiten los pensamientos. Hablando un poco más
sobre la construcción de la paz, explicó que “la violencia es el substituto del
lenguaje”. Si las palabras ya no funcionan para comunicar, para dialogar,
comprender, etcétera, entonces surge la violencia como factor de rompimiento de
las estructuras de acogida, del tejido social
y por ende, de la paz.
El martes 17 se llevaron a cabo dos conferencias que
abordaron temas de educación en derechos humanos y construcción de alternativas
de paz, impartida en el primer caso por el especialista Raúl Arias de la iglesia de Scientology, y la segunda, dictada por el venerable Geshe Lobsang Khedup,
monje budista tibetano, que con ayuda de un traductor charló de "Ética y no violencia: transformando nuestro
interior". Este fue un mensaje de paz del budismo tibetano dirigido
principalmente a los familiares de víctimas y demás integrantes del Movimiento
por la Paz con Justica y Dignidad, dándose un diálogo fuerte, pero muy cordial,
entre el Geshe y algunos de los asistentes, acerca de las posturas espirituales
y filosóficas del budismo como herramientas para lograr la paz interior y las
respuestas no violentas como parte de sus estrategias para desactivar la
violencia, dejando claro que las injusticias se deben denunciar y luchar contra
ellas, pero de manera pacífica,
presionando siempre a las autoridades a que respondan ante los clamores de las
víctimas.
El
miércoles 18, en la Comunidad
Teológica de México, Iglesias por la Paz a través de uno de sus integrantes,
Fray Julián Cruzalta, dio un panorama general sobre "Violencias
en México: Ecumenismo práctico, Iglesias por la Paz", donde habló acerca
del trabajo de este colectivo explicando
que los principios que fundamentan sus acciones son la construcción de la paz y
la no violencia como sus ejes rectores, el acompañamiento a personas víctimas
de la violencia, y como líneas de trabajo, la incidencia pública visibilizando
el anuncio y la denuncia como estrategias de resistencia civil pacífica desde
la fe, por ejemplo: La Oración por la Paz como acción pública; así como impulsar espacios de
formación para la paz y la práctica de la justicia que contribuyan a la
reflexión y a la adquisición de herramientas y capacidades en esos ámbitos.
Julián Cruzalta
contextualizó su charla dando a conocer datos duros sobre las violencias en
México, como el hecho de que ya en estos primeros 6 meses del sexenio del
presidente Peña Nieto ha habido, según cifras de la base de datos de Lantia Consultores, ocho mil 52
muertos, un promedio de 33 por día, es
decir, el modelo de combate al narcotráfico continúa, la
guerra sigue y se agrava. Comentó
sobre las “Reformas Estructurales”, que también son violencia, como la educativa, la energética, la fiscal, etc. En
el caso de la Reforma Educativa mencionó que la organización plutócrata
“Mexicanos Primero” compuesta principalmente por empresarios y una “ciudadanía
independiente y plural”, presidida nada menos que por Claudio X González Guajardo,
son los que “promueven una educación de calidad”, y es esta organización la que
ha cabildeado fuertemente entre la clase política para que se dé una reforma
educativa regresiva en cuanto a que afectan directamente los intereses de los
trabajadores de la educación. Ejemplos de las violencias estructurales que
estamos padeciendo actualmente en nuestro México.
El jueves 19 de septiembre se
realizó, también en las instalaciones de
la Comunidad Teológica, la conferencia “Teología de Transformación” donde
el Dr. José Alcántara, pastor y teólogo
luterano y uno de los fundadores de la
Asociación Mexicana para la Transformación Rural y Urbana, Amextra, explicó
cómo la teología es y debe ser práctica aplicando sus principios en la
transformación de la realidad, y esto por impartir y emplear en la vida
cotidiana la compasión y la justicia. La compasión dice el Dr. Alcántara, “no
es tener lástima y dar ‘caridades’, sino ‘ponerse en los zapatos del otro’,
acompañar y colaborar con otras y otros en el reconocimiento mutuo de
capacidades y lograr juntos la construcción de sujetos que se valoran a sí
mismos en su dignidad humana, y por ello con la posibilidad de transformar su
vida interior y su entorno en contextos de comunidad”.
En sus
conclusiones el Dr. Alcántara compartía
que “no podemos transformar a las personas, sólo mostrar alternativas para
lograr juntos la transformación, no podemos lograr la paz, sólo mostrar
alternativas para alcanzarla, donde la paz es el camino”.
El
viernes 20 se efectuó en el Centro Cultural España, la presentación del libro “Las Caravanas del
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad: Itinerarios de una espiritualidad
en resistencia”, una iniciativa del Centro de Estudios Ecuménicos en
colaboración con integrantes del Movimiento por la Paz e Iglesias por la paz, quienes “a través de
19 textos, se recuperan algunos momentos de
espiritualidad que se vivieron en cada recorrido: memorias personales, crónicas
y reportajes especiales que narran desde experiencias propias, actos y acciones
el testimonio de unidad, solidaridad, dignificación de los sujetos y
acompañamiento en medio de la vulnerabilidad humana” (4).
En la presentación del libro
estuvieron dirigiendo algunas palabras sobre
estos testimoniales: Araceli
Rodríguez (Activista de Derechos Humanos), Roberto
Villanueva (Comisión de Documentación y Memoria del MPJD), Karla Ambrosio (Coordinadora Nacional de la Fundación para la
Preservación de la Tradición Mahayana e Iniciativa Ciudadana), Pietro Ameglio (Humanista y defensor
de Derechos Humanos en
SERPAJ), contando con la moderación de Ricardo Guillermo Gállego del Centro de Estudios Ecuménicos A.C.
La
Jornada de 10 Días por la Paz y los Derechos Humanos concluyó con un acto
público en la Plaza de Santo Domingo (que congregó alrededor de 200 personas),
en el Centro Histórico de la Ciudad de México, el sábado 21 de septiembre en el Día Internacional por la Paz
instituido por la ONU, pero también, y en acuerdo con este organismo y el
Consejo Mundial de Iglesias, es reconocido desde el año 2004 como el Día Internacional de la Oración por la
Paz.
Fue
una Celebración Ecuménica donde diversas tradiciones espirituales visibilizaron a través de
oraciones, rituales, cantos, lectura de poemas y pronunciamientos
político-religiosos de que es posible unirse, a pesar de las distintas
concepciones de fe y especificidades
litúrgicas, cuando el clamor porque se detenga la violencia nos junta para
ofrecer alternativas para alcanzar la paz y la justicia; y descubrir que hay
elementos comunes en todas las
religiones que nos convocan en un mismo espacio y constatar de que el hecho de
estar unidos con semejante propósito -detener la violencia y acompañar a las
víctimas de ésta- ya es en sí presentar alternativas para la paz.
Estuvieron
representadas las espiritualidades cristianas (católicas y evangélicas), la
musulmana con la comunidad Alhikma, Hare Krishna, de la mexicanidad y
humanistas no religiosos como Fuentes Rojas: Bordados por la Paz.
La Celebración Ecuménica terminó un poco apresuradamente por la lluvia, pero a pesar de ello se pudo firmar en un gran desplegado
el pronunciamiento, leído también en la
inauguración de la jornada de los 10 días por la paz: ¡LA JUSTICIA Y LA PAZ NO PUEDEN APLAZARSE MÁS! Carta
Abierta de Iglesias, Organizaciones y Personas de Fe, y ahora en un extracto donde la gente ahí reunida se adhirió a sus postulados que convocan a hacer un México en paz que debe llegar como fruto de la justicia.
Notas:
(1) Carta
Convocatoria 10 Días por la Paz y los Derechos Humanos
(2) Pronunciamiento: ¡LA JUSTICIA Y LA PAZ NO PUEDEN APLAZARSE MÁS! Carta
Abierta de Iglesias, Organizaciones y Personas de Fe.
(3) Pronunciamiento: ¡LA JUSTICIA Y LA PAZ NO PUEDEN APLAZARSE MÁS! Carta
Abierta de Iglesias, Organizaciones y Personas de Fe.
(4) Sinopsis
Presentación del Libro “Las Caravanas del Movimiento por la Paz con Justicia y
Dignidad: Itinerarios de una espiritualidad en resistencia
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