Carta del Sínodo Evangélico de Irán dirigida a las autoridades religiosas de Estados Unidos ante la amenaza de la intervención militar norteamericana en Siria. También es necesario que nos enteramos de que las
Iglesias cristianas orientales también se oponen a dicha acción militar.
Mensaje del Reverendo Sargez Benjamin, Secretario General del Sínodo Evangélico de Irán, 06 de septiembre 2013
Reciban saludos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo:
Ahora, después de más de dos años de guerra destructiva
y terrible en Siria, los principales países occidentales, especialmente Estados
Unidos, están a punto de extender la guerra a través de la intervención directa. Aunque los funcionarios electos están tratando de convencer a la opinión
pública y justificar su razonamiento de probable intervención, reclamando la
protección de la dignidad humana en Siria y evitar el riesgo de la guerra
química, el problema ha creado serias dudas, sospecha y preocupación entre los
pueblos de la región, incluyendo las diversas comunidades cristianas.
Asimismo, mediante el presente escrito, como miembros
de la comunidad presbiteriana en la región, les pedimos que compartan nuestro punto de vista y nuestras preocupaciones
sobre este tema:
·
Recordamos el silencio sospechoso y vergonzoso de los
países occidentales, entre ellos Estados Unidos, durante los ocho años de
guerra contra Saddam Hussein y su régimen contra Irán y la indiferencia total y
constante a la cuestión de la guerra química que impone al pueblo iraní (al
menos en algunas etapas de la guerra), ha creado serias dudas acerca de los
argumentos expuestos por los Estados Unidos y otros países occidentales como
Francia, así como la honestidad de uno de sus altos funcionarios.
·
Recordamos un argumento similar que se hizo en contra de
Saddam Hussein después de su guerra destructiva contra Irán. Todavía recuerdo
el famoso lema de los EE.UU. en ese momento: "El mundo es más seguro sin
Saddam Hussein" Sin embargo, después de la guerra, larga y costosa, no
sólo la seguridad del mundo y de estas regiones no se ha mejorado, sino que Irak se ha convertido en un escondite seguro para los grupos terroristas, como
Al Qaeda. Como resultado, la gran comunidad de los cristianos iraquíes que
llegaron a más de dos millones antes de la primera Guerra del Golfo, se divide
por cinco. Muchos edificios religiosos fueron destruidos, hubo grandes olas de
emigración, la hostilidad entre las diferentes tribus y sectas religiosas en el
país ha aumentado y continua la guerra civil. Cada día, vemos la terrible
noticia de Irak: nos dicen que personas inocentes son asesinadas diariamente.
Toda esta situación nos muestra que, de hecho, Irak después de la intervención
militar de los países occidentales se ha convertido en un infierno.
Sobre el problema, tenemos mucho que decir, pero hay
que concluir diciendo que en serio esperamos que ustedes hagan todo lo posible
para impedir que sus líderes políticos inicien una nueva guerra, que, sin duda, será costosa para sus propias sociedades, y se debe evitar aumentar el sufrimiento, la
destrucción, la inseguridad, la pobreza en la región por no hablar de las
amargas consecuencias de la posguerra. También les pedimos que actúen entre sus
líderes políticos para apoyar seriamente a las Naciones Unidas, para que en
lugar de la guerra, la ONU apoye con propuestas pacíficas ante la terrible crisis y ayude en la solución
política de Siria.
Jesucristo dijo: "Bienaventurados los
pacificadores, porque ellos serán llamados los hijos de Dios."
Atentamente:
Reverendo Sargez Benjamin, Secretario General del
Sínodo Evangélico de Irán, 06 de septiembre 2013 [1]
Traducción ACO Francia
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