viernes, 26 de octubre de 2012

Carta al Sr. Embajador Carlos Jiménez del Centro Franciscano de Desarrollo y Misión


Bonn, 23 de octubre 2012

Estimado Sr. Embajador Carlos Humberto Jiménez Licona:

El Centro Franciscano de Desarrollo y Misión (MZF) es una organización sin fines de lucro fondada por los Franciscanos.

A un año del violento desalojo que sufrió la comunidad Nueva Esperanza, El Petén, Guatemala, diversas organizaciones civiles mexicanas presentaron el informe “Los invisibles de la frontera olvidada”, fruto de la visita de seguimiento al Campamento Campesino en Resistencia “La Nueva Esperanza” realizada el 3 de agosto de 2012 y que documenta las violaciones a derechos humanos cometidas en contra de la comunidad.
 
Mediante estas líneas, queremos expresar nuestra mayor preocupación por la situación por la que pasa la comunidad en el Campamento Nueva Esperanza y exigimos al gobierno de Guatemala buscar una pronta solución para salvaguardar la seguridad e integridad física de las personas desplazadas. Son graves y continuadas las violaciones a los derechos humanos cometidas por los gobiernos de Guatemala y México. Dichas violaciones han puesto en riesgo la vida y atentan contra las familias guatemaltecas de Nueva Esperanza, tal como documenta la Misión Civil de Observación, integrada por diversas organizaciones de la sociedad civil mexicana, en el ya mencionado informe realizado al cumplirse un año del violento desalojo por parte del gobierno guatemalteco.

Desplazadas de Guatemala, refugiadas de facto en México y expulsadas nuevamente por autoridades mexicanas, en clara violación al derecho internacional humanitario, las familias de Nueva Esperanza se mantienen en la línea fronteriza en un precario campamento y en condiciones críticas que, a lo largo de un año, se han deteriorado gravemente.

A la luz de estos hechos nos dirigimos a usted, Señor/a Embajador/a, para llamar su atención en relación a la crítica situación por la que pasa la comunidad Nueva Esperanza. Le hacemos manifiesta nuestra preocupación y pedimos al gobierno de la República de Guatemala otorgue las garantías necesarias para que los desplazados del Campamento no sigan sufriendo de violación a sus derechos. Nos unimos a la Misión Civil de Observación que plantea las siguientes exigencias al Gobierno de Guatemala:


EXIGENCIAS:

-          Agilizar las mesas de diálogo, garantizando que a la comunidad desplazada de Nueva Esperanza les sean restituidos de manera adecuada y con estándares compatibles con los derechos humanos, sus tierras, viviendas y, en general todas aquellas condiciones necesarias para una vida digna. Asimismo, la ayuda humanitaria resulta fundamental para poder llevar una adecuada mesa de negociación.

-          La Misión Civil de Observación de Seguimiento insta al gobierno de Guatemala a reconsiderar el retorno de las y los habitantes de el Campamento en Resistencia Nueva Esperanza a su comunidad de origen conforme a los Principios Básicos y Directrices del Relator Especial de la ONU, en los que se señala claramente que se debe favorecer y dar prioridad el retorno de las comunidades afectadas, y sólo cuando el desalojo es inevitable y necesario para la promoción del bienestar general, entonces el Estado garantizará una reparación integral.

-          Particularmente, instamos al gobierno guatemalteco, dada la situación de crisis humanitaria que continúan viviendo las y los desplazados después de un año de su desplazamiento, a cesar en la práctica del desgaste, buscando que, como producto de las negociaciones, quede garantizado:

-          Mientras duren las negociaciones y se reubique a las y los desplazados, se otorgue la ayuda humanitaria necesaria, de tal manera que se garanticen condiciones mínimas de vida digna.

-          Que se evite criminalizar el proceso de reivindicación de las tierras en el que la comunidad de Nueva Esperanza ha venido insistiendo.

-          Se proporcione a la brevedad posible tierras similares, en calidad y extensión, a las que poseían los desplazados al momento de su expulsión, así como los respectivos títulos de propiedad, de tal manera que exista certeza jurídica sobre las mismas.

-          Indemnizar adecuadamente a los habitantes de Nueva Esperanza por la destrucción de sus viviendas, pertenencias y cultivos. Esta indemnización deberá considerar el lapso que la comunidad tardará en adaptarse a sus nuevas tierras, así como el período que tiene que pasar para que sus cosechas produzcan, de tal manera que no se generen condiciones de depauperización que a la postre obliguen a sus habitantes a vender sus tierras ante una situación de necesidad imperiosa.

-          Que en el espacio donde sea reubicada la comunidad de Nueva Esperanza se garantice estándares mínimos de derecho a la vivienda, educación, salud y medioambiente sano. Que el proceso de reubicación se de en condiciones que garanticen la integridad física y psicológica los habitantes de Nueva Esperanza.


Le agradecemos su atención a la presente.

Atentamente

Fr. Claudius Groß OFM
Presidente
Centro Franciscano de Desarrollo y Misión (MZF), Bonn - Alemania


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