¿LA GRAN COMISION O LA GRAN OMISION?
Por
Pbro. Carlos Aurelio Ramírez Moreno
“Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y
he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.”
Mateo 28:19-20
Una de
las características que tiene la Iglesia, es que es Profeta; y al igual que los
profetas antiguos debe ser ontológicamente ANUNCIANTE y DENUNCIANTE-mente hartante.
La
misión de la Iglesia, es decir; los seguidores de Jesucristo es anunciar su
evangelio, su amor, las buenas nuevas, convirtiendo nuevos discípulos dando
SIGNOS TESTIMONIALES de ese mensaje portador.
Pero, ¿cómo ser signo testimonial anunciante si olvidamos el carácter
profético del mensajero?
Moisés, Isaías,
Samuel, Daniel, Jeremías, Amos, entre otros grandes profetas y voceros de Dios son los que denuncian los
problemas sociales, lo que sucede con los imperios, reyes y gobernantes,
anuncian la esperanza salvadora y la venida de uno que traería esa esperanza.
No se limitan a observar desde los andamios o las gradas la historia de la
salvación, ellos son ACTORES de la historia e INSTRUMENTO de la historia y para
salvación.
“Yo los
bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás
de mí es más
poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias;
El los bautizará con el Espíritu Santo y con
fuego.”
Mateo 3:11
Juan el
bautista DENUNCIA la corrupción del pueblo israelita, del imperio romano
opresor, los pecados del pueblo y ANUNCIA la esperanza del cambio marcándoles
el camino, iluminando sus mentes, dirigiéndolas hacia donde deben mirar y a
quien deben seguir. El bautista decidió no contemplar la historia desde un
balcón, decidió bajar al escenario y ser un ACTOR.
Jesús el
Cristo viviente, nos invita a salir, nos MANDÓ que vayamos al encuentro, no que
nos quedemos a esperar a que vengan, a que las personas sientan que Jesús está
allí con ellos hasta el fin del mundo. La gran comisión es salir a la calle a
ser un testigo visible de la presencia real de Jesucristo como su Iglesia que
ANUNCIA Y DENUNCIA que acompaña a los débiles y señala a los opresores, que acaricia como madre al necesitado y al
abusador le pica como avispa, que consuela a los que lloran y que busca la
justicia y lucha por la paz.
Hermanas
y Hermanos en Cristo Jesús, promovamos una Iglesia testimonial, estamos cayendo
en el sedentarismo y en un peligroso conformismo, en donde “crecer” es sinónimo
de ganancias monetarias, en donde el capitalismo se ha esparcido como un cáncer
por los pasillos de nuestras congregaciones olvidando la GRAN COMISION,
mientras que el pueblo de Dios poco a poco ha dejado de ser visitado y
escuchado.
Con más
fuerza seamos esos Cristianos y esas Cristianas que Jesús quiere, signos visibles,
acompañantes, solidarios, pastorales, dolientes, anunciantes y denunciantes de
los acontecimientos de nuestros tiempos. “¡No
estamos solos ni solas, pues EL está con nosotrxs TODOS LOS DIAS, HASTA EL FIN
DEL MUNDO!”
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