Ejido Benito Juárez municipio de Buenaventura,
Chihuahua
Lucha Castro
Quiero ante mi
comunidad, dar testimonio de la fe y vida cristiana de estos compañeros Barzonistas.
Doy testimonio de los
valores cristiano de Manuelita, Ismael, de las familias Solorio Urrutia y Solís
Contreras y de sus compañeros/as del Barzón. Ellos y ellas saben de la
oposición del evangelio predicado por Jesucristo con una sociedad injusta y
esta convicción es la base de sus luchas comunitarias y revolucionarias.
Las cruces impuestas
son las que a diario encontró Ismael en su camino como defensor, desde que muy
joven como estudiante, empezó a luchar por los derechos humanos, después en contra
la usura bancaria y por el rescate del campo mexicano y el medio ambiente. Esta
opción de vida fue acompañada por su esposa Manuelita y sus hijos Junior, Erick
y Uriel.
Benito Juárez,
este lugar de cruz y resurrecciones son
los que dan sentido al trabajo comunitario del Barzón, la organización que
fundó Ismael junto con Alfonso, Gabino,
Martín, Siria, Yaco, Lucha, Alma, Minerva y muchos de los que hoy están
aquí.
Ismael tuvo la
valentía de hacer visible las cruces impuestas a las y los campesinos, el como
los profetas denunció las injusticias y con su vida buscó salvar a su pueblo de
la depredación de los poderosos y cargó con la cruz.
Hablar de cruces
impuestas significa hablar de las y los excluidos, marginados, los que luchan
con dignidad por la justicia y el respeto a los derechos humanos
Jesús murió por su
compromiso con las y los oprimidos de su época; la crucifixión era el castigo
del imperio romano para los rebeldes y revolucionarios, El apostó por una vida
que se opuso a las culturas injustas y opresoras.
Ismael murió por su
compromiso con su familia, con sus
compañeros/as barzonistas, con su tierra y su país. Lo asesinaron con Manuelita
por sus ideas revolucionarias, El también como Jesús se opuso a vivir en la
injusticia.
Jesús recorrió Jerusalén
con sus discípulos y discípulas predicando la Buena Nueva, Ismael con sus
compañeros/as Barzonistas recorrió en tractor y caballo el país, fiel a sus
valores evangélicos , pregonando que “otro mundo es posible”Jesús no eligió la
cruz, Ismael no eligió ser asesinado, ambos eligieron vivir con integridad y
fidelidad a sus principios. Negándose a cambiar el curso de su vida a pesar de
las amenazas.
La muerte de Jesús
como la de Manuelita e Ismael son un acto injusto, cometido por humanos que
rechazaron su forma de vida y buscaron silenciarlos a través de la muerte.
Conocer a Dios es
hacer Justicia ( Jer 22,13-16) por eso afirmamos que Ismael y Manuelita lo
conocieron, el centro de sus vidas fueron las obras de justicia, las relaciones
de misericordia y compasión que establecieron en esta comunidad de Benito
Juárez.
Ser cristiano /a
significa mantener la fe con aquellos /as que han escuchado y vivido el llamado
de Dios por la justicia, el amor radical y la liberación, que han desafiado los
sistemas injustos y que en la lucha se han negado a ser víctimas y a doblegarse
frente a las amenazas de violencia, sufrimiento y muerte.
Y esto lo sabemos los
que hoy estamos aquí, dando testimonio de que a ese llamado de Dios por la
justicia, nuestros hermanos barzonistas
Manuelita e Ismael dijeron SI.
Cuando no se aceptan
las amenazas de muerte y se opta por la justicia, el poder de la muerte es
derrocado. La resurrección significa que la muerte ha sido vencida en esos
precisos momentos en que los seres humanos eligen la vida, rechazando la
amenaza de muerte. Jesús trepó sobre su tumba en el huerto de Getsemaní, cuando
se negó a abandonar su compromiso con la verdad, aun cuando sus enemigos lo
amenazaban de muerte.
Ismael también lo
hizo aquí en Benito Juárez, cuando se negó a doblegarse a los intereses de la
mina y de los que robaron el agua, él
también como Jesús se negó a abandonar el compromiso con su comunidad.
En el lenguaje
cristiano un proceso de salvación, es un proceso de resurrección, de
recuperación de la vida, de la esperanza, de justicia, de dignidad y eso fue y
debe seguir siendo Ismael y Manuelita para nosotros/ nosotras.
“ Nadie tiene amor
mas grande que el que da la vida por sus amigos” ( Jn 15,9-15) Ismael y
Manuelita la dieron por nosotros/ as.
Así como Jesús fue
capaz de resucitar en las luchas libertarias de los pueblos, así también
nuestros hermanos Ismael y Manuelita resucitarán en las luchas de resistencia
de esta región, ellos juntos a nosotras y nosotros continuaran cabalgando,
tractorando, rompiendo cadenas de injusticia, venciendo la pasividad, el miedo.
Palabras expresadas en la misa de cuerpo presente
de Ismael Solorio Urrutia y Manuela Marta Solís Contreras por Lucha Castro
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