Bonn, 23 de octubre 2012
Estimado Sr. Embajador Carlos Humberto Jiménez Licona:
El Centro Franciscano de Desarrollo y Misión (MZF) es una organización sin fines de lucro fondada por los Franciscanos.
A un año del violento desalojo que sufrió la comunidad Nueva Esperanza, El Petén, Guatemala, diversas organizaciones civiles mexicanas presentaron el informe “Los invisibles de la frontera olvidada”,
fruto de la visita de seguimiento al Campamento Campesino en
Resistencia “La Nueva Esperanza” realizada el 3 de agosto de 2012 y que
documenta las violaciones a derechos humanos cometidas en contra de la comunidad.
Mediante
estas líneas, queremos expresar nuestra mayor preocupación por la
situación por la que pasa la comunidad en el Campamento Nueva Esperanza y
exigimos al gobierno de Guatemala buscar una pronta solución para
salvaguardar la seguridad e integridad física de las personas
desplazadas. Son graves y continuadas las violaciones a los derechos
humanos cometidas por los gobiernos de Guatemala y México. Dichas
violaciones han puesto en riesgo la vida y atentan contra las familias
guatemaltecas de Nueva Esperanza, tal como documenta la Misión Civil de
Observación, integrada por diversas organizaciones
de la sociedad civil mexicana, en el ya mencionado informe realizado al
cumplirse un año del violento desalojo por parte del gobierno
guatemalteco.
Desplazadas de Guatemala, refugiadas de facto en
México y expulsadas nuevamente por autoridades mexicanas, en clara
violación al derecho internacional humanitario, las familias de Nueva
Esperanza se mantienen en la línea fronteriza en un precario campamento y
en condiciones críticas que, a lo largo de un año, se han deteriorado
gravemente.
A
la luz de estos hechos nos dirigimos a usted, Señor/a Embajador/a, para
llamar su atención en relación a la crítica situación por la que pasa
la comunidad Nueva Esperanza. Le hacemos manifiesta nuestra preocupación y pedimos al gobierno de la República de Guatemala otorgue las garantías necesarias
para que los desplazados del Campamento no sigan sufriendo de violación
a sus derechos. Nos unimos a la Misión Civil de Observación que plantea
las siguientes exigencias al Gobierno de Guatemala:
EXIGENCIAS:
- Agilizar
las mesas de diálogo, garantizando que a la comunidad desplazada de
Nueva Esperanza les sean restituidos de manera adecuada y con estándares
compatibles con los derechos humanos, sus tierras, viviendas y, en
general todas aquellas condiciones necesarias para una vida digna.
Asimismo, la ayuda humanitaria resulta fundamental para poder llevar una
adecuada mesa de negociación.
- La
Misión Civil de Observación de Seguimiento insta al gobierno de
Guatemala a reconsiderar el retorno de las y los habitantes de el
Campamento en Resistencia Nueva Esperanza a su comunidad de origen
conforme a los Principios Básicos y Directrices del Relator Especial de
la ONU, en los que se señala claramente que se debe favorecer y dar
prioridad el retorno de las comunidades afectadas, y sólo cuando el
desalojo es inevitable y necesario para la promoción del bienestar
general, entonces el Estado garantizará una reparación integral.
- Particularmente,
instamos al gobierno guatemalteco, dada la situación de crisis
humanitaria que continúan viviendo las y los desplazados después de un
año de su desplazamiento, a cesar en la práctica del desgaste, buscando
que, como producto de las negociaciones, quede garantizado:
- Mientras
duren las negociaciones y se reubique a las y los desplazados, se
otorgue la ayuda humanitaria necesaria, de tal manera que se garanticen
condiciones mínimas de vida digna.
- Que
se evite criminalizar el proceso de reivindicación de las tierras en el
que la comunidad de Nueva Esperanza ha venido insistiendo.
- Se
proporcione a la brevedad posible tierras similares, en calidad y
extensión, a las que poseían los desplazados al momento de su expulsión,
así como los respectivos títulos de propiedad, de tal manera que exista
certeza jurídica sobre las mismas.
- Indemnizar
adecuadamente a los habitantes de Nueva Esperanza por la destrucción de
sus viviendas, pertenencias y cultivos. Esta indemnización deberá
considerar el lapso que la comunidad tardará en adaptarse a sus nuevas
tierras, así como el período que tiene que pasar para que sus cosechas
produzcan, de tal manera que no se generen condiciones de
depauperización que a la postre obliguen a sus habitantes a vender sus
tierras ante una situación de necesidad imperiosa.
- Que
en el espacio donde sea reubicada la comunidad de Nueva Esperanza se
garantice estándares mínimos de derecho a la vivienda, educación, salud y
medioambiente sano. Que el proceso de reubicación se de en condiciones
que garanticen la integridad física y psicológica los habitantes de
Nueva Esperanza.
Le agradecemos su atención a la presente.
Atentamente
Fr. Claudius Groß OFM
Presidente
Centro Franciscano de Desarrollo y Misión (MZF), Bonn - Alemania
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